Terremotos en Granada (más de 500 en una semana, que se dice pronto) y las peques, y las no tan peques, demandan una explicación.
(Fuente: www.ign.es)
No soy sismóloga, así que no puedo deciros porqué se producen, pero sí puedo contaros un poco cómo los notamos.
Es muy común notar un temblor que sube desde los pies o quizá notar temblar las fotos de las estanterías del salón o los vasos en el mueble de la cocina. Pero la mayoría de las veces es una percepción invisible, nos miramos con la persona que tenemos cerca y preguntamos: «¿Lo has sentido?» Y la pregunta es perfecta, porque si notamos un terremoto es porque lo hemos percibido con los sentidos. Concretamente con el SENTIDO VESTIBULAR.
El sentido vestibular es sin duda mi sentido favorito y normalmente es más olvidado. ¿Sabíais que no solo tenemos 5 sentidos? Según algunas teorías, como las de Rudolf Steiner, el ser humano tiene hasta 12 sentidos.
El receptor del sentido vestibular se encuentra dentro del oído y tiene que ver con el equilibrio y el control postural espacial. Cuando te acabas de despertar y sabes, sin mirar, cómo tienes colocada cada parte de tu cuerpo, tus piernas, tus brazos… es gracias al sentido vestibular.
Comienza a desarrollarse en el vientre materno y los primeros años de vida son clave para su estimulación. Por eso los bebés intranquilos suelen calmarse cuando los balanceamos en brazos, la estimulación del sistema vestibular, que tanto necesitan, los rejala y tranquiliza. Por eso las bebés cuyas madres han tenido embarazos de riesgo y sedentarios son «más demandantes», porque necesitan la estimulación que no tuvieron intarútero para desarrollar correctamente su sistema vestibular y la demandan, porque saben que es muy importante. ¡Qué listxs son lxs bebés!
Una curiosidad del sistema vestibular es que no somos conscientes del trabajo que realiza cuando está funcionando bien. Solo si algo falla, el peque no se levanta, no camina bien, la vemos torpe… nos empezamos a plantear la importancia de un desaarollo adecuado de este sistema tan importante en el equilibrio. El equilibrio es una habilidad que se desarrolla a través de la práctica, constante y tenaz, de los bebés para vencer la fuerza de gravedad y ser progresivamente autónomxs. Este entrenamiento constante desde sus primerso movimientos (sacudir brazos y piernas, levantar la cabeza) hasa que logra caminar, correr, saltar, balancearse, desarrolla las conexiones vestibulares desde antes del nacimiento hasta pasada la pubertad.
No solo es responsable de la habilidad del movimiento funcional, sino de otras habilidades relacionadas con él, como la lectoescritura (que requiere el movimiento ocular enfocado), la orientación espacial, la atención, el lenguaje, el autoconcepto y la autoestima (percepción de mi mismx), incluso patologías derivadas como la dislexia, escritura en espejo, el vértigo y la agorafobia tienen su origen en el desarrolo del sentido vestibular.
Pero uno de los aspectos más importanse a tener en cuenta es que el sistema vestibular ejerce un fuerte impacto en las emociones, ya que está conectado a través del SAR (sistema de activación reticular) con el sistema límbico, responsable de las emociones. Así «El funcionamiento vestibular sobreactivo (hiper) o infractivo (hipo) puede conllevar una sobre o infraexcitación del sistema límbico, que responderá alertando, o bien al sistema nervioso simpático (mediante una reacción de «lucha o huída») o bien al sistema nervioso parasimático (ralentizando funciones básicas como el ritmo cardíaco) .(El niño bien equilibrado, Sally Goddard.)
¿Cómo podemos asegurar un correcto desarrollo del sistema vestibular?
Como cualquier otro desarrollo programado, más que estimularlo se trata de no entorpecerlo. El problema es que en nuestra forma de vida no solemos tener el equipamiento necesario para ello y, a menudo, nuestros miedos adultos por la seguirdad de las peques nos hacen poner límites donde deberíamos confiar. Aunque a veces cueste.
El equilibrio solo puede desarrollarse practicando:
a) Movimientos arriba/abajo y delante/atrás. Saltar (en suelo, en colchoneta) balancearse, correr y parar.
b) Movimientos de giro. Tipo tiovivo, girar sobre unx mismx, rodar tipo croqueta, dar volteretas.
c) Movmientos que implican profundidad. Montar en patinete, bicicleta.
Es decir, mediante las tres herramientas básicas que activan el sistema vestibular: saltos, giros y balanceos.
Ahora con los parques cerrados muchas de estas posibilidades se ven reducidas. Igual es momento de hacer una excepción y permitirnos saltar en la cama (o cualquier otra idea que se os ocurra) para permitir el correcto desarrollo del equilibrio.
En los espacios educativos sensibles al desarrollo de las peques, como es Planeta Calarú, veréis que hay muchas opciones libres de entrenamiento vestibular:
Así que en esta semana, aquellas personas que han sido más sensibles a los temblores de tierra en Granada, pueden estar orgullosas del funcionamiento de su sistema vestibular. Aquellas que han tardardo un poco más en notarlos, bueno, quizá necesitaron un juego más movido en la infancia.
Permitamos que nuestras peques accedan al juego y al movimiento que necesitan. Aunque espero que no sea para ser las primeras en notar los terremotos.
Ruth Gómez Amézcua.
Lda. Psicopedagogía.
Directora pedagógica de CEI Planeta Calarú